lunes, 12 de marzo de 2018

Loncheras en huelga.


La lonchera escolar es un elemento importante para el día a día de los niños. Es transcendental para complementar la alimentación de un niño quien está la misma cantidad de horas en el colegio que sus papis en el trabajo. 
Según un artículo de RPP, se lee que las loncheras deben contener alimentos reguladores (vitaminas y minerales), los formadores (proteínas), energéticos (cereales, pan, tubérculos) y líquidos.

Esta nota no pretende dar una guía nutricional, pero sí una perspectiva diferente para que tus loncheras no entren en huelga.

1.     “Miss, mi lonchera huele raro”. En ocasiones cuando veo un estudiante con una lonchera, viene a mí una corriente en el cuerpo recordando un taper pequeño con tapa roja y un huevo duro dentro. No tengo nada en contra de esta rica fuente de vitaminas, pero el olor que respiraba cuando lo sacaba del taper era terrible, sí, de verdad huele a podrido. Me imagino que de ahí viene la expresión “El que pierde, es un huevo podrido”.  Seguro que deben haber trucos para evitar el olor, y altamente recomiendo buscarlos antes de enviar este refrigerio. Si tienes algún truco de la abuelita, compártelo con nosotras.

2.     “Se derramó mi jugo”. La peor forma de empezar el día para un niño, es que se de cuenta o que sus compañeros griten… “Tu lonchera está goteando. Sale agua. Miss auxiliooo”. El líquido es parte fundamental del día, por lo tanto, buscar un termo que pueda contener el agua adecuadamente es fundamental. El agua o un jugo derramado en la lonchera es frustrante para un niño ya que todo termina sucio y aunque las profesoras siempre ayudamos, no podemos evitarle el mal momento al dueño de la lonchera. Finalmente, consideren en el momento de mandar un jugo que debe ser uno que no se malogre durante el día, a pesar que sea un día frío. Los niños no se acaban todo el líquido rápidamente, y lo van tomando durante el día.

3.     “¡Qué rico! Me mandaron papitas”. Entiendo que a veces la creatividad se nos escapa de la mano, o queremos dar una sorpresita mandando “eso” que sabemos que no alimenta. Desde mi perspectiva considero que es válido, pero los 5 días de la semana realmente no es recomendable; menos si van a tener una fiesta infantil ese día; salvo que quieras ver niños saltando hasta media noche en tu casa. Quizás una buena idea es destinar sólo un día de la semana, y así “romper un poco las reglas de lo sano”. Recordemos que en la escuela se conversa sobre los hábitos saludables, y los niños encuentran contradictorio que su lonchera esté llena de galletitas rellenas, jugos de cajita (está comprobado que la mayoría contienen demasiada azúcar), papitas envasadas y todas las otras cositas que ya conocemos.

4.     “Te amo hijit@”. Una lonchera además de los alimentos, tiene que contener por lo menos una vez a la semana una sorpresa. Es muy emocionante para un niño o niña encontrar una nota con la letra de papá o mamá que contenga un mensaje amoroso. No importa si uno mismo no hace la lonchera, pero si podemos meter la nota antes que se la lleve al colegio. No tiene que ser algo muy elaborado, se los digo por experiencia – yo pongo el nombre a los uniformes y útiles con indeleble. Una nota en una hojita doblada por la mitad es suficiente. Tengamos en cuenta que el corazón de nuestros hijos se nutre de nuestras muestras de cariño.

Lo más importante: los hábitos que enseñemos de niños, serán parte de su vida adulta. Un niño sano, es un adulto saludable.

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