El lunes de la
semana pasada comenzamos lo que no sabíamos sería un momento difícil en
nuestras vidas como padres. Nuestra hija más pequeña tuvo fiebre, y con 39º
grados convulsionó. Esto sucedió mientras esperábamos que surta efecto la
medicina para la fiebre. Cuando sucedió no sabíamos que era una convulsión ya
que no se parecía a las que uno ve por la Tv; tuvo una mirada no fija unos
segundos, hizo muecas, le temblaron sus manitos y finalmente se hizo pilita. Mi
corazón me dijo que algo andaba mal pero no sabía que era. Gracias a Dios este
episodio duró menos de un minuto.
En este post les
quiero compartir nuestra experiencia y como tener una red de familia y amigos
buenos nos ayudaron a mantenernos fuertes.
Día 2: Se nos
ocurre preguntar para que era el Scan y nos dicen que es para descartar
tumores, aneurismas y cosas por estilo. En ese momento, se te va el aliento y
esperas ansioso el resultado. No era un examen para saber algo comúnmente
manejable. Me mencionaron tumor, y con el historial de cáncer en mi familia; el
temor entró en mi corazón tan profundo que empezó a doler. En ese momento,
recordé que en momentos de angustia es cuando llamas a tu red de amigos de la Iglesia
y del corazón y les pides oración por tu
hija. Mis amigos como siempre contestaron inmediatamente y estoy segura que
aunque no los veía oraban y rezaban por ella. Cada uno en sus creencias sé que
nos pusieron no sólo a Soizick en sus oraciones, sino a los cuatro. Mensajes
iban y venían, familia y amigos de Perú se mantenían al tanto. Amigos de
Colombia esperaban noticias también. Llegaron los primeros resultados y su Scan
salió perfecto. Volvió el respiro y tranquilidad dentro de lo posible, porque las
fiebres iban y venían. Además, mi hija mayor Astrid ya se daba cuenta que sus
papás estaban preocupados. Tratamos de distraerla y que ella pudiera estar más
tranquila que nosotros. Ese día nos dicen que tendrá un electroencefalograma,
nuevamente preguntamos las razones y la respuesta fue: Necesitamos saber como
está su actividad cerebral después de las convulsiones, ya que puede ocasionar
problemas de desarrollo. Otra vez, un balde de agua fría. Recordaba que en la última
entrega de reportes me habían dicho lo bien que estaba, que era una niña independiente
y súper bien con sus logros para su edad. Un mensaje más pidiendo oración para
que pudiéramos tener buenos resultados y que las fiebres se fueran. Este día le
avisé a mi papá esperando que estuviera tranquilo y que no estuviera
angustiado, ya que una nieta es una nieta.
Día 3: Llega el
doctor casi al amanecer y nos dice que le había brotado una eruptiva: Roseola.
Eso nos tranquilizaba ya que no era una infección en la cabecita como nos
dijeron que existía la posibilidad ya que nuevamente esperábamos resultados
para descartar esa opción. Nos fuimos juntas a realizar el examen, jugaba con
ella “Yan ken Po” para que la espera no se hiciera larga. En el momento del exámen
sólo podía pensar en momentos con ella durante los tres años juntos. Desde el
momento en que supe que estaba embarazada, los meses de gestación y sus cosas y
finalmente su nacimiento. Recordaba sus abrazos con Astrid y las caritas
traviesas que hacía cuando juega a la profesora en la casa. Su primera actuación
e incluso cuando la he regañado por portarse mal. Tantos momentos y ahora
esperaba un resultado que deseaba con el corazón que fuera bueno. Familia y
amigos todos esperando las noticias, y orando sin cesar por ella. Este día
Astrid demostró su preocupación a través de un llanto inconsolable, ella no podía
descifrar que sentía angustia por su hermana pero uno como mamá sabe
interpretar el dolor de una hija. La abracé fuerte y le dije que todo estaría
bien.
Día 6: Nos fuimos
de alta por la tarde, y la Fuerza Aérea de Colombia fue nuestra familia en
estos momentos. Nos cuidaron y llevaron hasta el vuelo para volver a Bogotá.
En estos días
agradecí desde lo más profundo de mi corazón el amor de la familia y amigos. Agradezco
infinitamente por su amor a mi Papá, Kika & Max, Ginita, Tito, mis Suegros, Ingrid,
Herbert & Cristina (Sebas y Vari – el video más lindo), mis
primos Lingán, mis Guerreras, Laurita y familia, Pastor Wong, mis Giraffes
queridas, Marga, Tati, Miss Elsita, Mis “Lunches” (Ofe, San, Moni y
Aileen), mi Segundo Grado 2017, Astrid,
Lissette, Jackie y familia, Paola G, Silvita, las esposas FAP en Bogotá, LuzH y
Chío.
Agradecemos a
Dios por la bendición de salud de mis hijas y por habernos dado personas tan
buenas alrededor, familia que siempre desea que nos vaya bien; y amigos que son
como familia. Esta semana aprendimos que hay momentos difíciles como padres pero que aferrarnos a Dios es lo mejor para nuestro corazón.



Vane gracias a Dios no fue nada grave que buena noticia, pero me imagino que momentos tan terribles tuviste, pero ya pasó, es un gran aprendizaje para Uds., que lindo saber que mucha gente estuvo rezando por su mejoría, te mando muchos besos
ResponderEliminarGracias!!! Tener una red de amigos ta buenos fue básico!
EliminarVane, Dios cuida a sus hijos y estando con El no nos falta nada, desde su cuidado hasta lo más profundo de su amor. Recién me estoy enterando de este caso, pero lo más importante es que esa niña linda esta curada porque Dios escuchó las oraciones de sus hijos. Bendiciones.
ResponderEliminarMuchas gracias!!! :)
EliminarGracias por tus palabras. No sale tu nombre. Igual te mando un abrazo! :)
ResponderEliminarVane,que bueno saber que todo esta bien, como madre te entiendo el dolor que uno siente ante estas situaciones, valoras cada instante vivido. En esos momentos uno debe ser fuerte pero a solas nos solemos nos desfogamos ��. Cuidate mucho junto a tu hermosa familia Atte Becibel
ResponderEliminarGracias Beci!
Eliminar