jueves, 25 de octubre de 2018

Tiempo Mágico




Los cuentos son una de mis aficiones favoritas. Un cuento te hace soñar e imaginar muchas cosas. Recuerdo cuando mis profesoras nos contaban cuentos y todos escuchábamos con atención. Sin embargo, cuando yo era pequeña, en mi ciudad no había esa cultura por desarrollar el amor a la lectura. No recuerdo el plan lector o algo parecido; hoy ya existe un programa obligatorio que durante tu etapa escolar te permite leer al menos unos cuantos libros, y se espera que empiece el gusto por la lectura. Ahora como adulta estoy dedicando tiempo a la lectura como muchos amigos también lo hacen y he encontrado que es un tiempo rico poder leer y aprender. Les comparto algunas cosas curiosas que he aprendido a raíz de haber decidido incentivarme a leer.

Siempre entra en la cartera.- Un libro es un buen compañero para la sala de espera del doctor, el vuelo sin sistema de entretenimiento o un café para engreírte en solitario. Si bien hay nuevas tecnologías, yo he disfrutado tener un libro a lo tradicional y nunca se le acaba la batería; entonces siempre puedo abrir y seguir leyendo. Además, mi marcador de lectura es un dibujo hecho por una de mis hijas.


Un cuento y el besito de buenas noches.- En las noches cuando mis hijas ya van a dormir es nuestro momento de tranquilidad y el último esfuerzo para poner a funcionar sus sentidos y hacer conexiones neuronales. Disfrutamos juntos, ya sea con mamá o papá descubrir historias tanto de la vida real como de fantasía. Hemos leído juntos los cuentos de hadas, historias bíblicas, curiosidades para niños y ahora último un libro para niños sobre los premios Nobel. Aprendemos y nos maravillamos juntos.

Una lectura al día, te cura.- Si buscamos artículos y estudios científicos, la lectura desarrolla capacidades cognitivas en todos los que leen. Nos ayuda a prevenir, incluso, enfermedades complicadas como el Alzheimer.  Una buena lectura de acuerdo a la edad te permite ser más empático y comprender las emociones de los demás. Como profesora, he notado que mis niños lectores al momento de escribir lo hacen con mayor facilidad y son capaces de redactar en forma muy coherente.

  Mi perrita también lee.- Me ha costado motivar a mis hijas a la lectura, pero encuentro que leen más felices cuando ellas deciden leer en diferentes lugares. Hay días en los que mi hija mayor lee junto a nuestra perrita, y mientras lee le gusta contarle a "Anky" el cuento que va leyendo; hasta pareciera que nuestra mascota le entiende el cuento. Hay noches en los que ella me pide leer el libro a su hermana, y su pequeña hermana de 4 años la escucha con atención. Quizás tu caso es diferente, pero haberla dejado leer buscando su comodidad me ha dado mejores resultados que indicándole el sitio de lectura en casa.

En general, la lectura te abre muchas puertas de mejora personal. Existen libros de todo tipo para todos los gustos. Intenta tener un libro siempre contigo, aunque te demores mucho en terminarlo. Siempre se aprende y lo puedes transmitir.

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