viernes, 12 de octubre de 2018

Una mirada diferente a las brujas de mi vida.


En estos tiempos he estado leyendo libros muy interesantes sobre la parte emocional de la persona. En todos ellos, incluyendo la Biblia mencionan como la familia directa es responsable en su gran mayoría de la salud mental de un adulto. Me ha pasado que personas cercanas actúan en forma incoherente y han perjudicado a mi familia, incluso a mis hijas (las llamaba, “Gente Loca”). Ahora, después de haber leído sobre este tema veo que más allá de lo que pueda hacer respecto a estas personas, que en realidad sufren mucho por dentro, he reflexionado mucho sobre mi responsabilidad como madre y he llegado a la conclusión que debo esforzarme al máximo para que mis hijas sean mujeres adultas buenas para su familia y para la sociedad. Les comparto algunas conclusiones a las que he llegado.

Desde el vientre te ayudaré.- Si un día llevas a tu hijo a una evaluación integral en psicología, sabrás que te preguntan sobre el embarazo y es que según los libros que leí la carga que llevan los niños, no es sólo genética sino también emocional. Mencionaba una especialista que un evento traumático puede llegar hasta la quinta generación. Ejemplo, si tu tatarabuela sufrió discriminación tu hija pudiera tener actitudes dentro de ella con temor a ser rechazada, pero no en una forma normal y propia del desarrollo de la personalidad, sino en forma desmedida. Así mismo, si en tu embarazo sufriste mucho tus hijos probablemente nacerán con parte de ese sufrimiento. Es por esto, que desde nuestro embarazo debemos entender que en la medida que otorguemos un ambiente amable nuestros bebes nacerán más fuertes. Además, no estaría demás que si tú misma te das cuenta que realizas cosas que te ocasionan problemas con otras personas, podrías darle una miradita a tu historia familiar y entenderte mejor. No hay nada de malo en tener pasados complicados, la idea es que no te quedes ahí y puedas romper esa cadena emocional y generacional; así tus hijos serán mejores seres humanos que tú misma. 




Adultos sanos – Hijos Sanos.- Nadie puede dar lo que no tiene; así mismo, no podemos criar lo que no somos. Es imposible que seamos perfectos como seres humanos, y menos como padres. Sin embargo, creo que si podemos hacer muchas cosas al respecto. En primer lugar, acéptate y sánate. Todos tenemos una historia familiar única; y difícilmente serán historias perfectas, pero si hay unas más complicadas que otras. Es importante que podamos reconocer que tenemos defectos. Les doy un ejemplo, una persona cercana puede carecer de tantas habilidades emocionales que se pelea con todos, incluso sus hermanos y es hostil hasta con niños. Después de leer, he comprendido que las personas que actúan de esa forma es porque probablemente tengan heridas emocionales que ni ellos mismo saben que las tienen. Considero que si una persona llega a molestar a un niño, tiene que tener un problema emocional – psicológico muy grande. Si te ha pasado, relájate y busca ayuda para ser mejor. En segundo lugar, lee. No toda la lectura debe ser trabajo y temas de estudio para tu carrera. Si no te examinas a través de expertos en la parte emocional pocas oportunidades puedes tener de mejorar. Si crees que no te pasa nada, lee igual y te puedes sorprender. Todos podemos ser siempre mejores, y si eres uno de esos casos especiales y extraordinarios en los que nada te ha afectado durante tu corta o larga vida, pues lee igual para que puedas ser empático con las personas a tu alrededor. En tercer lugar, rompe la cadena. Una vez que te das cuenta que hay cosas que debes mejorar, es el momento de romper la cadena de emociones dañinas. Suena fácil, y en realidad no lo es tanto, pero con esfuerzo y poniendo en funcionamiento a mil tu “corteza prefrontal – la de la fuerza de voluntad”, es posible que generes ese cambio para que la vida de tus hijas sea mejor emocionalmente hablando. 

Criando una hija emocionalmente sana, se nota en las sonrisas.

Nada justifica ser “una bruja”.- Como seres humanos naturalmente buscamos vivir en una comunidad, pero si te encuentras con una persona que tiene tantas heridas emocionales en su vida y por eso se comporta “feito” con las personas de su ambiente; qué podrías hacer? Creo que hay varias opciones y te diré por cual opté yo. Una opción es que quieras ayudar a la persona para que se de cuenta y estar con ella en el proceso. También puedes pelearte, no es la más recomendable porque si al final estás obligada a verla siempre por tener tus apellidos o trabajar contigo… entonces, menudo problema tendrás. Tercero, dale espacio; y por esta opté yo. No puedo cambiar a la persona, sé que no aceptará que le ayuda a darse cuenta que tiene un problema; por lo tanto, me alejé. En general, si ya intentaste y sigue en lo mismo, considero que alejarse de los que no tienen buenos tratos especialmente con tus hijas es algo sano. El reto no es tan sencillo, porque la idea es alejarte y no guardar rencor. En mi caso oro para que Dios saque de mi corazón cualquier ápice de resentimiento, y que me permita perdonar a las personas que son así en mi corazón. Luego, me alejo concentrándome en vivir mi vida al lado de las personas que a pesar de lo que pase en sus corazones son empáticos y con buenos sentimientos.

Este post fue inspirado por tres libros y videos que he estado revisando sobre el tema, no soy una experta pero tratando de aplicar lo que dicen los autores a mi vida personal pensé en compartir mis ideas y vivencias con ustedes. Como menciono al inicio de este escrito, las llamaba "Brujas", pero ahora son personas que tengo que mirar con misericordia porque tienen el alma enferma. Al final de cuentas, tratar de ser feliz es el mayor reto de todos; y como consecuencia podemos tener una mejor sociedad en la que todos tratemos de crear un mundo más pacífico empezando desde casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario