En estos tiempos
he estado leyendo libros muy interesantes sobre la parte emocional de la
persona. En todos ellos, incluyendo la Biblia mencionan como la familia directa
es responsable en su gran mayoría de la salud mental de un adulto. Me ha pasado
que personas cercanas actúan en forma incoherente y han perjudicado a mi
familia, incluso a mis hijas (las llamaba, “Gente Loca”). Ahora, después de
haber leído sobre este tema veo que más allá de lo que pueda hacer respecto a
estas personas, que en realidad sufren mucho por dentro, he reflexionado mucho
sobre mi responsabilidad como madre y he llegado a la conclusión que debo
esforzarme al máximo para que mis hijas sean mujeres adultas buenas para su
familia y para la sociedad. Les comparto algunas conclusiones a las que he
llegado.
Desde el vientre te
ayudaré.- Si un día llevas a tu hijo a una evaluación integral en psicología, sabrás
que te preguntan sobre el embarazo y es que según los libros que leí la carga
que llevan los niños, no es sólo genética sino también emocional. Mencionaba
una especialista que un evento traumático puede llegar hasta la quinta generación.
Ejemplo, si tu tatarabuela sufrió discriminación tu hija pudiera tener actitudes
dentro de ella con temor a ser rechazada, pero no en una forma normal y propia
del desarrollo de la personalidad, sino en forma desmedida. Así mismo, si en tu
embarazo sufriste mucho tus hijos probablemente nacerán con parte de ese
sufrimiento. Es por esto, que desde nuestro embarazo debemos entender que en la
medida que otorguemos un ambiente amable nuestros bebes nacerán más fuertes. Además,
no estaría demás que si tú misma te das cuenta que realizas cosas que te
ocasionan problemas con otras personas, podrías darle una miradita a tu
historia familiar y entenderte mejor. No hay nada de malo en tener pasados
complicados, la idea es que no te quedes ahí y puedas romper esa cadena
emocional y generacional; así tus hijos serán mejores seres humanos que tú
misma.
Adultos sanos –
Hijos Sanos.- Nadie puede dar lo que no tiene; así mismo, no podemos criar lo
que no somos. Es imposible que seamos perfectos como seres humanos, y menos como
padres. Sin embargo, creo que si podemos hacer muchas cosas al respecto. En
primer lugar, acéptate y sánate. Todos tenemos una historia familiar única; y difícilmente
serán historias perfectas, pero si hay unas más complicadas que otras. Es
importante que podamos reconocer que tenemos defectos. Les doy un ejemplo, una
persona cercana puede carecer de tantas habilidades emocionales que se pelea
con todos, incluso sus hermanos y es hostil hasta con niños. Después de leer,
he comprendido que las personas que actúan de esa forma es porque probablemente
tengan heridas emocionales que ni ellos mismo saben que las tienen. Considero
que si una persona llega a molestar a un niño, tiene que tener un problema emocional
– psicológico muy grande. Si te ha pasado, relájate y busca ayuda para ser
mejor. En segundo lugar, lee. No toda la lectura debe ser trabajo y temas de estudio
para tu carrera. Si no te examinas a través de expertos en la parte emocional
pocas oportunidades puedes tener de mejorar. Si crees que no te pasa nada, lee
igual y te puedes sorprender. Todos podemos ser siempre mejores, y si eres uno
de esos casos especiales y extraordinarios en los que nada te ha afectado
durante tu corta o larga vida, pues lee igual para que puedas ser empático con
las personas a tu alrededor. En tercer lugar, rompe la cadena. Una vez que te
das cuenta que hay cosas que debes mejorar, es el momento de romper la cadena
de emociones dañinas. Suena fácil, y en realidad no lo es tanto, pero con
esfuerzo y poniendo en funcionamiento a mil tu “corteza prefrontal – la de la
fuerza de voluntad”, es posible que generes ese cambio para que la vida de tus
hijas sea mejor emocionalmente hablando.
Nada justifica
ser “una bruja”.- Como seres humanos naturalmente buscamos vivir en una
comunidad, pero si te encuentras con una persona que tiene tantas heridas
emocionales en su vida y por eso se comporta “feito” con las personas de su
ambiente; qué podrías hacer? Creo que hay varias opciones y te diré por cual
opté yo. Una opción es que quieras ayudar a la persona para que se de cuenta y
estar con ella en el proceso. También puedes pelearte, no es la más
recomendable porque si al final estás obligada a verla siempre por tener tus
apellidos o trabajar contigo… entonces, menudo problema tendrás. Tercero, dale
espacio; y por esta opté yo. No puedo cambiar a la persona, sé que no aceptará
que le ayuda a darse cuenta que tiene un problema; por lo tanto, me alejé. En
general, si ya intentaste y sigue en lo mismo, considero que alejarse de los
que no tienen buenos tratos especialmente con tus hijas es algo sano. El reto
no es tan sencillo, porque la idea es alejarte y no guardar rencor. En mi caso
oro para que Dios saque de mi corazón cualquier ápice de resentimiento, y que
me permita perdonar a las personas que son así en mi corazón. Luego, me alejo
concentrándome en vivir mi vida al lado de las personas que a pesar de lo que
pase en sus corazones son empáticos y con buenos sentimientos.
Este post fue
inspirado por tres libros y videos que he estado revisando sobre el tema, no
soy una experta pero tratando de aplicar lo que dicen los autores a mi vida
personal pensé en compartir mis ideas y vivencias con ustedes. Como menciono al inicio de este escrito, las llamaba "Brujas", pero ahora son personas que tengo que mirar con misericordia porque tienen el alma enferma. Al final de
cuentas, tratar de ser feliz es el mayor reto de todos; y como consecuencia
podemos tener una mejor sociedad en la que todos tratemos de crear un mundo más
pacífico empezando desde casa.




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